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Estos son los puntos clave de una revisión preventiva

Los puntos que debe incluir tu revisión preventiva

Llevar el coche a revisión regularmente es un hábito que te puede ahorrar dinero y disgustos. Esta es la manera más sencilla que existe de asegurarte de que todo funciona perfectamente en tu vehículo.

Estas actuaciones se conocen como mantenimientos preventivos precisamente porque ayudan a evitar averías mediante el reconocimiento temprano de los fallos. En estas revisiones se suele comprobar el funcionamiento de varios puntos de gran importancia en el vehículo. Para ello, en tu taller de confianza consultan el libro de mantenimiento de tu coche y siguen las indicaciones del fabricante.

A continuación, podrás conocer algunos de los puntos de control que se suelen incluir las revisiones preventivas, así como otros elementos a los que debes prestar atención cada poco tiempo para comprobar su buen funcionamiento:

- Aceite y filtros: el cambio del lubricante y su filtro correspondiente se deberá realizar entre los 10.000 y los 20.000 km, según la marca, el motor y la antigüedad del vehículo, así como del tipo de aceite empleado.

- Alumbrado: se debe comprobar su correcto funcionamiento para detectar incidencias tales como bombillas fundidas o falta de reglaje, que puede causar deslumbramientos.

- Frenos: la eficacia de los discos y las pastillas también se debe comprobar periódicamente, así como el líquido de frenos. Tampoco se debe olvidar el líquido de la transmisión, que se debe sustituir cada 60.000 km, o el de dirección. También conviene comprobar que mangueras y bomba no presenten fugas. El refrigerante también debe estar al nivel correcto y se debe sustituir periódicamente.

- Neumáticos: debes comprobar que tu vehículo circula con la presión correcta en sus cubiertas al menos una vez al mes y siempre que vayas a realizar un viaje largo. En tu taller de confianza comprobarán también si están desgastados o presentan grietas. La comprobación de los amortiguadores debe efectuarse cada 20.000 km.

- Correa de la distribución: su sustitución se suele realizar cada 100.000 km, aunque este plazo lo marca el fabricante. Como su rotura podría significar mandar tu coche al desguace, es conveniente no sobrepasar ese tiempo.

- Otros elementos: también se debe comprobar de manera periódica el nivel del líquido limpiaparabrisas, el estado de las escobillas, así como el del catalizador y el tubo de escape.

Vulco es el médico de cabecera de tu vehículo. Encuentra aquí tu taller Vulco más cercano.

Fuente: GT Motive.

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