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Cómo dejar las lunas relucientes

Ya sabes que mantener las escobillas limpiaparabrisas es muy importante para la visibilidad durante la conducción, sobre todo ahora que los días son cada vez más cortos y el buen tiempo nos abandonará poco a poco. Sin embargo, no te servirá de mucho tener unas escobillas perfectas si las obligas a trabajar sobre una luneta o un parabrisas de esos sobre los que se pueden dibujar monigotes con el dedo. O incluso obras de arte, como esta maravilla del artista Scott Wade:

Scott Wade dibuja maravillas en las lunas

Lo cierto es que debes echarles una mano a las escobillas, aunque estén nuevas porque las hayas cambiado recientemente en tu taller de confianza. Por eso no está de más que limpies de vez en cuando el parabrisas. También conviene que lo hagas con el resto de lunas del vehículo, incluida la trasera, para asegurarte la mejor visibilidad posible en cualquier dirección.

A la hora de limpiar las lunas de tu coche existen algunos consejos que debes tener en cuenta, ya que te facilitarán la labor y harán que aumente su eficacia.

- Limpia primero todo el coche: lo mejor es que limpies bien las lunas cuando hayas lavado previamente el resto del coche, ya sea con un chorro de presión o en los rodillos de un lavado automático. Cuidado si has empleado cera, ya que pueden quedar pegotes en el parabrisas que son dañinos para las escobillas: mejor pasa un paño de limpieza tras cada lavado.

- Agua caliente: si no puedes lavar el coche antes, hazte con una esponja, jabón y un cubo de agua caliente, no sin antes comprobar que en tu municipio está permitido lavar el coche en la vía pública, si es que has pensado hacerlo en la calle. Con esos tres elementos podrás quitar la suciedad más gruesa, aunque es muy posible que después queden marcas de jabón que se deben eliminar.

- Limpiacristales: una vez que hayas terminado con la esponja y el cubo o lavado el coche entero, puedes realizar el trabajo fino. Para ello, humedece toda la luna con un limpiacristales con alcohol y seca el cristal con un paño que no suelte hilos. Asegúrate de que el paño está limpio, no vale utilizar otro que ya se haya usado para limpiar otras partes del coche, porque corres el riesgo de poner la luna perdida de grasa.

- ¡También por dentro!: las lunas también se ensucian por su parte interior, mucho más de lo que piensas. Es tan fácil solucionar esto como pasar un trapo limpio que esté húmedo. Si aun así no eres capaz de quitar la suciedad, recurre al limpiacristales.

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Fuente: Motorpasion

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