Blog de Vulco

Así provocamos a los demás en la carretera

Mostrarse agresivo al volante no tiene excusa. Es una falta de educación muy grande, pero sobre todo es una actitud que puede perjudicar gravemente la seguridad vial. Aunque es cierto que algunos conductores no necesitan muchas razones para vociferar al volante o utilizar el claxon como si fuera un arma láser, es necesario revisar las propias conductas para evitar provocaciones. Y es que algunos vicios adquiridos pueden resultar muy fastidiosos (y peligrosos) para otros usuarios de la vía.

En este sentido, ABC ha recogido algunas conductas que pueden provocar la agresividad (de otros) al volante:

- Bloquear los cruces: el típico coche que se para en mitad de un cruce mientras el semáforo está rojo y bloquea la circulación perpendicular. Esto suele deberse a que ese conductor decidió que el ámbar del anterior semáforo significaba “acelera” en lugar de “para”. Resultado: retención de tráfico, atasco y enfados varios para una actitud de la que ni siquiera ha podido sacar provecho el interesado.

- Alergia al carril derecho: en Europa continental se circula por la derecha. Si una vía tiene más carriles, se pueden utilizar, pero no se debe hacer salvo para maniobras de adelantamiento. Si utilizas el carril central continuamente generarás más congestión en el de la izquierda, mientras que el derecho quedará vacío.

- Circular en zigzag: buscar el hueco constantemente y sin motivo en cualquier carril puede despistar al resto de conductores y entorpecer la fluidez del tráfico cuando se vuelve al carril izquierdo. Un poquito de paciencia nunca viene mal.

- La moto fantasma: si circulas de noche con una lámpara de las luces de cruce fundida, el conductor del vehículo precedente puede tomarte por una moto si mira por el retrovisor. Crear ese tipo de confusiones es muy peligroso, además de ilegal y sancionable. Si no sabes cómo cambiar la bombilla fundida, en tu taller de confianza estarán encantados de ayudarte.

- Deslumbrar: montar bombillas de faros más potentes de lo recomendado por el fabricante a costa de cegar al vehículo precedente y a los que vienen de frente no es precisamente elegante. Dejar las largas puestas por sistema u olvidar quitarlas cuando viene tráfico por el sentido opuesto, tampoco. Además, puedes provocar un accidente.

- Alergia a los intermitentes: estas luces que se encienden y se apagan de manera rítmica están en el vehículo por algo y no, sus bombillas no se gastan tan fácilmente. Utilízalas para avisar con antelación de tu próxima maniobra. Cuando la termines, no olvides apagarlos. No sólo por evitar enfados de otros conductores: también para evitar multas de entre 80 y 200 euros.

- Colarte para aparcar: surgir de la nada para ocupar el sitio por el que ha estado esperando pacientemente otro usuario no va a despertar precisamente elogios por su parte.

- Colarte en un atasco: maniobra típica en incorporaciones y salidas de autovías cuando están colapsadas. Provoca frenazos, nuevos atascos y maniobras evasivas extremas, además de generar un karma pésimo para el conductor listillo.

- Volantazos sin mirar: si te pasas una salida, no des un volantazo en el último segundo para rectificar. Tampoco valen frenazos ni, por supuesto, dar marcha atrás en la autovía o realizar giros prohibidos en las calles.

- Pegado al de delante: la distancia de seguridad es indiscutible. Hay que respetarla para evitar accidentes graves y multas de 200 euros.

- A paso de tortuga: si circulas a una velocidad anormalmente reducida, dificultarás el uso de la vía a otros conductores. Además, muy probablemente, se deberá a que estás hablando por el móvil o cualquier otra barbaridad por el estilo.

- Preferencias en las rotondas: hay que abordarlas por la derecha, recorrerlas por la derecha y abandonarlas por la derecha. Sólo puedes usar el carril de la izquierda para adelantar antes de cambiar de nuevo al derecho para salir.

Vulco es el médico de cabecera de tu vehículo. Encuentra aquí tu taller Vulco más cercano.

Fecha