Circular sin seguro te puede costar entre 600 y 3.000 euros

La Ley obliga a que todos los coches en circulación tengan un seguro. La modalidad (franquicia, a todo riesgo, terceros...) la elige el tomador de la póliza pero es imprescindible contar con un seguro obligatorio que cubra la indemnización y arreglo de los daños provocados a terceros.

Aún así, hay coches que salen a carretera sin estar debidamente asegurados. Este hecho constituye una infracción administrativa que se paga con multas de entre 600 y 3.000 euros. La cuantía depende de circunstancias como si el coche estaba o no en circulación en el momento en que fue detectado, el servicio que presta, cuánto tiempo lleva sin seguro y si es reincidente, entre otras. 

Además de la multa económica, la Ley contempla la posibilidad de inmovilizar el vehículo. El tiempo que permanecerá parado oscila entre uno y tres meses. Si así sucede, será el propietario del coche quien asuma los gastos derivados del depósito o precinto y solo podrá recuperarlo si demuestra que ya ha contratado el seguro obligatorio.

Un tercer supuesto llega en caso de que el coche no asegurado sufra un accidente. Si así sucede, será el conductor quien abone los gastos derivados del mismo. Si se declara insolvente, el pago correrá por cuenta del Consorcio de Compensación de Seguros, una entidad que se financia con parte de lo que las aseguradoras cobran en pólizas y parte de las multas que se imponen a los conductores que circulan sin seguro.