Blog de Vulco

Cómo evitar la agresividad al volante

Un movimiento inesperado, un despiste o, simplemente, una mañana de perros. Hay muchas excusas por las que podemos saltar como un resorte cuando circulamos. Sin embargo, solo son eso: excusas. Porque la agresividad al volante nunca (repite con nosotros: NUNCA) está justificada. Es peligrosa y puede poner vidas en riesgo.

Según un estudio del Instituto Universitario de Investigación de Tránsito y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (INTRAS), tres de cada cuatro conductores españoles han insultado en alguna ocasión a otro usuario. Y uno de cada cuatro ha llegado a adelantar bruscamente para intimidar. Estas son las conductas consideradas más “leves” por el informe, pese a que tienen el potencial de provocar daños en las personas que pueden llegar a ser irreversibles.

Este estudio, que menciona el RACC en su blog, señala que tres millones de conductores circulan con un elevado nivel de agresividad y más de 105.000 se pueden considerar “violentos viales”.

El problema detrás de estos comportamientos suele tener que ver con el estrés, pero también con la sensación de anonimato e impunidad que ofrece el vehículo. Por eso es mucho más común ver a un conductor expresando una ira desmedida ante una reacción de otro usuario de la vía que a otra persona hacerlo, por ejemplo, mientras aguarda para ser atendida en un establecimiento y alguien se intenta colar. Seguramente le manifestará su desacuerdo, pero rara vez lo hará mediante gritos e insultos.

La agresividad al volante pone en peligro a todos los usuarios de la vía, incluido el conductor que pierde los nervios. Por eso es especialmente importante aprender a detectarla y desactivarla lo antes posible.

Un buen consejo en este sentido consiste en avisar si se va a llegar más tarde de lo previsto para evitar la ansiedad por no hacerlo a tiempo. También evitar conducir si se ha mantenido previamente una discusión.

Ignorar la conductas agresivas de otros conductores es una buena idea, así como evitar conflictos en el interior del propio vehículo con otros ocupantes. Sin embargo, tal vez lo más importante es ser consciente de cuándo aparecen la ira o los nervios y tratar de tomar el control. Si hace falta, se detiene el vehículo y se descansa o respira profundamente.

Vulco es el médico de cabecera de tu vehículo. Encuentra aquí tu taller Vulco más cercano.

Fuente: RACC.

Fecha