Blog de Vulco

Conducir con presión inadecuada en los neumáticos altera el comportamiento del coche

Quizá por sencilla, la operación de vigilar la presión de los neumáticos es de las más olvidadas en lo que al mantenimiento del vehículo se refiere. Y aunque razones para cuidar cuánto aire llevan nuestras cubiertas hay muchas, vamos a resumirlas en cinco principales:

1. Conducir con presión insuficiente disminuye la duración de los neumáticos. Si la diferencia entre la presión recomendada y la de tu vehículo es superior a -1 bar, corres el riesgo de que tus neumáticos se degraden de forma irreversible, pudiendo llegar a reventarse o a salirse de la llanta.

 2. Una presión insuficiente afecta directamente a la estabilidad y al comportamiento del vehículo. Por ejemplo, si una curva se puede tomar a 100 km/h con una presión de 2,0 bar, esta velocidad desciende hasta 87 km/h con 1,0 bar, con el consiguiente riesgo de salirse la cubierta de la llanta o de reventar el neumático.

3. Si las presiones de los neumáticos son insuficientes, existe un mayor riesgo de aquaplaning.

4. La distancia de frenado para pasar de 90 km/h a 70 km/h es de 40 metros con 2,0 bar; pero con 1,0 bar esta distancia se alarga hasta 45 metros, frenando 5 metros más lejos.

5. Los neumáticos con 1 bar menos de presión de inflado tienen una resistencia a la rodadura superior, lo que puede suponer un 6% más de consumo de carburante.

La presión recomendada figura en el manual de mantenimiento de tu vehículo, en la puerta del conductor y/o en la tapa del depósito de combustible.

En la mayoría de los casos hay dos presiones aconsejadas: una es para condiciones de conducción "normales"; la otra, para el vehículo a plena carga (con cuatro pasajeros y el maletero cargado).

Puedes comprobar la presión en cualquier estación de servicio, pero lo más recomendable es acudir a tu taller de cofianza donde tendrán manómetros de calidad y mejor calibrados.

 

 

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