Controla estos tres aspectos de tus neumáticos después del verano

Lo más probable es que las vacaciones sean ya solo un lejano recuerdo para ti. Tanto si es así como si no, conviene que tengas en cuenta un aspecto fundamental de tu vehículo: los neumáticos.

Después de un verano tan abrasador como este y de los largos desplazamientos típicos de la época, conviene que revises las ruedas de tu automóvil. Así lo tendrás preparado para la vuelta a la rutina y a las condiciones especiales que tiene la conducción durante el otoño, que está a la vuelta de la esquina.

Concretamente, es importante que te fijes en estos tres aspectos:

- Profundidad del dibujo: comprueba en la banda de rodadura que los surcos tengan una profundidad de 3 mm o más. El mínimo legal son 1,6 mm, pero esta medida no resulta segura en caso de que el asfalto esté mojado. Los testigos de desgaste que suelen estar en los propios surcos te ayudarán a saber si el neumático necesita un cambio más pronto que tarde. Ya que estás, fíjate en que el desgaste de la banda de rodadura sea uniforme y que no haya cortes o deformaciones en la cubierta.

- Presión del neumático: los cambios de temperatura, el paso del tiempo, los kilómetros recorridos… hay muchas razones por las que tu vehículo puede estar circulando con una presión inadecuada en los neumáticos y, por tanto, con más riesgo de sufrir un reventón o de aumentar el consumo de combustible.

La presión es algo que debes comprobar periódicamente y adecuar la presión a lo que dice el fabricante. Normalmente, encontrarás la información en el manual del vehículo, en la tapa del depósito de gasolina o incluso en el marco de las puertas delanteras.

- Suspensión: también hay que revisar periódicamente el sistema de suspensión del vehículo, más o menos cada 20.000 km o si notas que los neumáticos tienen un desgaste irregular, entre otras señales de alerta, como inclinaciones excesivas al frenar o bandazos con viento lateral. Su estado influye en la seguridad del vehículo y en el propio estado de los neumáticos. No dudes en llevarlo a tu taller de confianza para que comprueben que la suspensión funciona correctamente, o repararla si fuera necesario.

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Fuente: RACE.