Lo que no puede faltar en la revisión de Semana Santa

¡Por fin! La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y muchos conductores se preparan para escaparse unos días del estrés del trabajo y la vida diaria. La revisión de Semana Santa es uno de los rituales más aconsejables para nuestro coche antes de que nos lleve al pueblo de procesiones, a la playa o a la montaña. 

Visitar tu taller de confianza es una de las mejores decisiones que puedes tomar antes de realizar un viaje largo. Allí podrán comprobar que todo funciona como debe y corregir cualquier anomalía que pueda tener tu coche. 

Sobre todo en las revisiones previas a Semana Santa, existe una serie de puntos que conviene comprobar:

- Neumáticos: banda de rodadura, flancos, llantas y presión son apartados que se deben revisar. Se debe comprobar que no existen cortes ni deformaciones en la cubierta. También que la profundidad de su dibujo es la adecuada. En cualquier caso, siempre debe estar por encima del límite legal de 1,6 milímetros, aunque lo recomendable es que superen los 3 milímetros.

- Filtro del habitáculo: ya te hemos contado por qué es tu mejor amigo en primavera, pero te lo recordamos por si acaso. El filtro del habitáculo mantiene a raya los alergenos y también las partículas de polvo, junto a otras procedentes de la polución causada por el tráfico. Por eso es tan importante que esté en buen estado, sobre todo en primavera, cuando las alergias afloran.

- Sistema de climatización: el tiempo está loco en esta época del año. Esto puede suponer que tengas que tirar de calefacción o aire acondicionado durante tus desplazamientos. En este último caso, es posible que no lo hayas activado desde el pasado verano. Por eso conviene comprobar que funciona bien antes de que lo puedas necesitar. No es solo una cuestión de comodidad: llevar el habitáculo a una temperatura adecuada aumentará tu seguridad al volante.

- Batería: después de un invierno de exigencias, conviene comprobar el estado de la batería para que no nos amargue el viaje porque el coche no arranca. Ni el de ida, ni el de vuelta.

- Sistema limpiaparabrisas: no lo olvides. Con un tiempo variable, es fácil que tengas que recurrir a este sistema para asegurar tu visibilidad. Es necesario comprobar que las escobillas cumplen con su función adecuadamente y que el coche tiene suficiente líquido lavaparabrisas. No olvides la escobilla de la luneta trasera.

- Iluminación: ¿algún piloto o faro fundido? ¿Los intermitentes funcionan bien? Estas preguntas es mejor que te las hagas antes de emprender un viaje. Solucionar problemas con la iluminación del coche no solo te librará de una más que probable multa. Multiplicará tu seguridad para que puedas ver y ser visto.

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