Tres problemas con los neumáticos que te pueden costar caros

Nunca nos cansaremos de aconsejarte que eches un vistazo a los neumáticos de tu vehículo cada poco tiempo. En primer lugar, por una cuestión de seguridad, ya que estos elementos son cruciales en este sentido. También tu bolsillo lo agradecerá. No solo porque aumentará su vida útil si los cuidas y disminuirá el consumo de tu coche: además evitarás averías costosas que suelen tener como origen un problema con las cubiertas.

Demasiada presión: si la presión de los neumáticos es mayor de la recomendada, su parte central se desgastará prematuramente y tendrás problemas de agarre. Además, el sistema de suspensión se verá afectado porque se podrían causar rebotes excesivos por la fuerza ejercida por el neumático, que no absorberá prácticamente ninguna irregularidad del terreno.

Un exceso de vibraciones también se puede dar con neumáticos demasiado hinchados, que afectarán a elementos mecánicos, al sistema de dirección o a la alineación de las ruedas, entre otros. Solucionarlos puede suponer una buena factura.

Presión insuficiente: si el caso es el contrario, es decir, si la presión de los neumáticos está por debajo de la recomendada, la banda de rodadura se desgastará por los laterales, tanto internos como externos. Así, perderás agarre y estabilidad. Además, las gomas pueden llegar a separarse de las llantas, un problema que impedirá el control del vehículo.

Plano en los neumáticos: este problema se da en coches sin ABS cuando se produce un bloqueo de las ruedas. Se trata de un desperfecto que sufre la goma tras una frenada en la que haya ocurrido este fenómeno.

Como resultado, la suspensión sufrirá, los rodamientos de las ruedas se estropearán y la seguridad del vehículo disminuirá considerablemente. El problema es que cada vez que la zona plana contacte con el suelo, el rodamiento se verá golpeado y se deteriorará rápidamente. También vibrarán las juntas homocinéticas: si una de ellas se rompe, se puede producir una cascada de averías que pondrá en peligro la seguridad del vehículo, ya que se perderá la conexión del motor con las ruedas.

Recuerda revisar el estado de los neumáticos de tu coche cada dos semanas y siempre que vayas a emprender un viaje largo. Merece la pena.

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Fuente: El País.