Ya sabes que, después de un viaje largo, hay que esperar un poco antes de apagar el motor. ¿Y qué ocurre cuando es al revés? ¿Cuando lo encendemos y queremos iniciar la marcha? Que, al menos en invierno, conviene no tomárselo con demasiada prisa.
Hay que guardar algunas precauciones cuando aprieta el frío, sobre todo por las mañanas:
1) Mete la llave y deja un momento el contacto activado para que se active el sistema eléctrico, sobre todo si tu coche es diésel: darás tiempo a los calentadores a funcionar.
2) Pisa el embrague hasta el fondo para que se desacople la transmisión y el motor de arranque haga menos esfuerzo.
3) Si no arranca a la primera, no insistas con la llave más de cinco segundos y espera otros 20 antes de intentarlo de nuevo. La batería y el motor de arranque lo agradecerán.
4) Una vez arrancado, deja un poco el motor al ralentí antes de iniciar la marcha para que el aceite coja temperatura y fluya mejor. Así se lubricarán mejor las piezas.
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Fuente: El País.