¿Lo has notado alguna vez? Tu coche empieza a vibrar cuando alcanza cierta velocidad, normalmente por encima de los 80 km/h. Lo cierto es que no hay una sola razón por la que esto puede ocurrir, sino que son varios los apartados de tu vehículo los que pueden estar involucrados.
Según explica Mapfre, hay cinco posibles orígenes de esas vibraciones:
- Neumáticos: si tienen un desgaste desigual o presentan algún defecto como deformaciones, pueden ser la causa de que el vehículo vibre. Es importante que revises la presión regularmente para prevenir algunos de estos problemas.
- Dirección: si no está perfectamente equilibrada, los neumáticos rodarán de manera inadecuada y esto provocará vibraciones en el volante. Una dirección desalineada provoca un mayor desgaste de las ruedas, un peor comportamiento dinámico del vehículo, un aumento del consumo y también ese tipo de vibraciones.
- Suspensión: aunque en un principio pensemos que el problema está en los neumáticos, lo cierto es que puede estar más allá y afectar a la suspensión del coche, que a su vez puede hacer que las cubiertas funcionen de manera incorrecta.
- Frenos: ruedas y frenos suelen ser los principales motivos por los que vibra el vehículo a cierta velocidad. Esto sucede porque los discos de freno de la parte delantera del vehículo están deformados.
- Motor: a veces también el propulsor del vehículo tiene que ver con las vibraciones. No es muy frecuente, pero puede estar relacionado con problemas en las bujías.
Si notas vibraciones en el volante, visita tu taller de confianza. Allí podrán confirmarte qué elemento falla y corregirlo.
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