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Cómo usar bien el freno de mano

El freno de mano es un elemento de seguridad fundamental en los vehículos. Utilizarlo correctamente es importante para preservar tu coche de averías, ya que no hacerlo puede suponer problemas con los sistemas de transmisión y freno.

Para accionarlo, ya sabes que solo tienes que tirar de la palanca con un gesto rápido y seco. En ese momento, se encenderá en el cuadro de instrumentos un testigo rojo con la letra P. Para desactivarlo, solo deberás tirar de nuevo de la palanca hacia arriba, presionar el botón superior y a desplazar la palanca hacia abajo.

Es muy importante que compruebes que ese testigo se apaga cuando quites el freno de mano y antes de iniciar la marcha. La razón es que, si conduces con el freno de mano puesto, te arriesgas a desgastar el embrague, las zapatas o las pastillas de freno. Notarás un fuerte olor a quemado si te despistas y echas a rodar con este elemento activado.

Si tu coche tiene freno de estacionamiento eléctrico o de botón, es posible que se accione de manera automática con solo quitar la llave del contacto o que se desactive solo al iniciar la marcha. En cualquier caso, siempre debes vigilar los indicativos del salpicadero para comprobar que se ha conectado o desconectado de manera correcta.

Si te fallan los frenos y circulas a altas velocidades, no debes utilizar el freno de mano directamente porque podrías sufrir un grave accidente. Lo primero que debes hacer es reducir las marchas de manera progresiva. Si tuvieras que acabar utilizándolo, hazlo con sumo cuidado y solamente para parar el coche y pedir una grúa.

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Fuente: ABC.

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