Conducir demasiado tranquilo puede dañar el motor

Cada vez son más los conductores que se suman a la 'moda' de la conducción ecológica. Más que por reducir las emisiones contaminantes, la mayoría lo hace por bajar el consumo de combustible. Lo mismo da la razón pues todas son igual de válidas, pero es importante tener claro que una conducción eficiente mal aplicada puede ser muy perjudicial para el vehículo y que conducir demasiado tranquilo puede dañar el motor.

Quienes defienden las técnicas de conducción ecológica, por ejemplo, abogan por subir los puertos a bajas revoluciones; sin embargo, pasar demasiado tiempo en quinta y sexta marcha cuando la mecánica no trabaja a vueltas suficientes para llegar a su par máximo, puede provocar daños en el cigüeñal, los cojinetes de biela y la bancada.

En el caso de los coches diésel, conducir de forma demasiado 'lenta' puede llegar a afectar a la válvula EGR por exceso de acumulación de carbonilla. En los coches gasolina el perjudicado puede ser el catalizador. 

Recuerda también que, después de un viaje largo, hay que dejar un poquito el motor en marcha (aunque contamines más) para que el sistema de refrigeración y la propia circulación de aceite enfríen el turbo, lo que reduce el riesgo de avería en más de un 90%.