El estacionamiento de un vehículo es un quebradero para algunos conductores, sobre todo si van a aparcar en línea. Lo mejor en estos casos es practicarlo hasta cogerle el truco, pero se pueden seguir algunos pasos y referencias que facilitarán la labor:
1) Señaliza la maniobra con el intermitente correspondiente.
2) Sitúa el coche en doble fila, más o menos a un metro de la línea de coches aparcados.
3) Retrocede con cuidado en línea recta hasta que la mitad de la puerta trasera de tu vehículo esté a la altura del parachoques trasero del que ya está aparcado delante del hueco disponible.
4) Gira a tope la dirección hacia ese lado y retrocede con cuidado. Te ayudarán a vigilar por dónde vas el retrovisor, los sensores sonoros y la cámara trasera si los tienes.
5) Una vez que el retrovisor llega a la altura del parachoques del coche delantero, tu vehículo deberá formar un ángulo de unos 45º respecto a la acera. Gira entonces la dirección a tope hacia el otro lado y retrocede despacio hasta que tu coche quede bien alineado con los demás de la fila.
6) Al finalizar, endereza las ruedas y pon el freno de mano.
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Fuente: El País.