La clave para cuidar el cambio manual está en la forma de conducir

Hace solo unos días, hablábamos de que el cambio automático empieza a ser una de las peticiones más escuchadas en los concesionarios. Aún así, la mayoría de los coches salen de fábrica con transmisión manual, pero pocos conductores son plenamente conscientes de que su forma de conducir es la mejor forma de cuidar un cambio manual.

La máxima para cuidar la caja de cambios manual es sencilla: huir de una conducción agresiva para, en su lugar, pilotar de forma suave y relajada. A esta, se suman tres consejos para que los componentes de la caja de cambios duren lo máximo posible:

- Utilizar bien el embrague. Supone esto, entre otras pautas, no dejar el pie apoyado cuando no sea necesario o dejar el coche en punto muerto (sin pisar el embrague) en los semáforos.

- Cuidar la palanca de cambios. Dejar la mano apoyada sobre la palanca de cambios es, quizá, uno de los vicios más extendidos entre los conductores que no saben que con este ligera presión están restando tiempo de vida útil a su caja de cambios.

- Mantenimiento. Lo recomendable es pasar por el taller para verificar el estado de la caja de cambios al menos una vez al año. En tu taller de la Red Vulco comprobarán el nivel de valvulina, que es lubricante específico de la caja de cabios: lo habitual es renovarlo cada cinco años u 80.000 kms.

Permanece atento también a estos síntomas que delatan un fallo en la caja de cambios.