Los elementos del vehículo que debes revisar ante temporales de frío

Los desplomes de temperaturas que se producen de vez en cuando en invierno afectan a los vehículos. Sin embargo, hay unos elementos que acusan más que otros esos cambios tan bruscos y cuyo estado conviene comprobar, tanto antes como durante y después de uno de estos episodios meteorológicos:

- Batería: suele averiarse sin previo aviso y las temperaturas muy bajas le afectan especialmente. Conviene comprobar su estado como mínimo una vez al año. Si puedes aparcar el coche a cubierto en noches de mucho frío, mejor que mejor.

- Neumáticos: la nieve, el hielo o incluso la sal que se echa en la carretera para que no se acumulen pueden acelerar el desgaste de estos elementos. Eso sí, los neumáticos de todo tiempo o de invierno resisten mejor que los de verano. Comprueba siempre que no presenten grietas ni deformaciones y que circulan con la presión y la profundidad de dibujo adecuadas.

- Escobillas limpiaparabrisas: el frío intenso puede cuartear las gomas y hacer que pierdan eficiencia.

- Frenos: el agua presente en las pastillas y los discos puede congelarse y reducir la eficiencia del sistema. Tanto el líquido de frenos como estos elementos deben comprobarse regularmente.

- Refrigerante: este fluido es el que evita que se produzcan congelaciones en el motor, así que asegúrate de que el vehículo tiene suficiente cuando el frío aprieta.

- Alumbrado: se puede colar humedad en el interior de los faros y producirse condensaciones que afecten a su capacidad de iluminación a causa del contraste de temperatura. Tenlo en cuenta sobre todo si vas a conducir de noche.

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Fuente: Autopista.