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Ocho imprescindibles en la revisión de verano de tu coche

¿Preparado para las vacaciones? Si todavía no has revisado tu vehículo antes de tus desplazamientos, echa un vistazo a estos ocho elementos imprescindibles que pueden comprobar en tu taller de confianza. Aumentarás tu seguridad y tu comodidad durante el viaje.

- Aire acondicionado: conducir con una temperatura elevada dentro del habitáculo produce somnolencia y falta de atención, por eso es tan importante que el sistema de climatización funcione bien. No te encuentres con la sorpresa de que el aire acondicionado no enfría después de meses de ignorarlo en el invierno.

- Filtro del habitáculo: lo más probable es que esté obstruido por la humedad del invierno, el polvo y polen, así que conviene que lo sustituyas. Ten en cuenta que el aire que pasa a través del filtro también refrigera el motor del ventilador del habitáculo y, si está obstruido, necesitará forzar más la entrada de aire del exterior y el coche consumirá más.

- Neumáticos: comprueba su estado antes de iniciar el viaje. En verano hay más pinchazos y reventones por las altas temperaturas y el rozamiento con el asfalto, así que es mejor que te asegures de que circulas con una presión correcta y que el dibujo supera ampliamente el mínimo legal de 1,6 mm.

- Niveles de líquidos: en este apartado, conviene comprobar el nivel del aceite, del líquido de frenos, del gas refrigerante y del líquido limpiaparabrisas. Si toca sustituirlos, no lo dudes: todos ellos son importantes para un correcto funcionamiento del vehículo.

- Correa de distribución: asegúrate de que funciona bien y si le toca o no una sustitución, porque si está en mal estado puede averiar muchas piezas distintas. Además, puede producir fallos en la combustión y aumentar el consumo de combustible hasta el 20%.

- Frenos: sufren mucho con el calor, ya que las pastillas actúan por fricción y se someten a temperaturas muy elevadas. Imagínate lo que se pueden calentar, que los discos pueden llegar a combarse por su rozamiento o la temperatura exterior. Conviene llevarlos en perfecto estado siempre, pero con más razón en verano.

- Amortiguadores: son el alma de la suspensión y los que se encargan de mantener la estabilidad del coche. Debes cambiarlos cada cuatro años o después de 50.000 a 60.000 km.

- Batería: en tu taller de confianza pueden comprobar su nivel de carga para que no te encuentres de repente sin ella.

Vulco es el médico de cabecera de tu vehículo. Encuentra aquí tu taller Vulco más cercano.

Fuente: ECEC.

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