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Seis averías comunes en coches que pasan calor

El calor extremo puede afectar a sistemas y componentes del coche

¿Sabías que el calor provoca seis fallos muy comunes en los coches? Las altas temperaturas son a menudo la causa de diversas averías relacionadas con el sistema de frenos, el radiador, los neumáticos y los líquidos, entre otros. Por eso es tan importante que revises tu coche de manera periódica en tu taller de confianza, con el fin de asegurarte de que estos elementos se encuentran en perfecto estado.

A continuación te mostramos una lista elaborada por la empresa Inpertec con aquellos fallos que son más comunes cuando el termómetro sube:

- El sistema de frenos es uno de los que más sufre con el calor, ya que las pastillas actúan por fricción sobre el disco de freno o tambor y están expuestas constantemente a sus efectos. Los discos también se pueden combar por el calor que genera la presión y el rozamiento de las pastillas o por la temperatura exterior, llegando incluso a afectar a los latiguillos de freno.

- Los neumáticos también pueden verse afectados por el calor y, según su tipo, se deben tener unas precauciones u otras. Siempre hay que prestar atención a la presión y conviene tener en cuenta los tiempos de circulación de los mismos realizando paradas periódicas.

- El radiador, que se encarga de refrigerar el motor, también se puede ver afectado por el calor, por lo que resulta fundamental chequear periódicamente los niveles de líquido refrigerante, analizar su estado y comprobar que no tenga materiales sólidos en suspensión.

- Si el coche se ve expuesto a un calor extremo de manera prolongada, conviene revisar el nivel de líquidos como el de frenos, el limpiaparabrisas o el de servodirección mecánica para aquellos que dispongan de ella.

- También conviene echar un vistazo al habitáculo, que puede suponer un problema en verano. En este sentido, conviene extremar la precaución con los efectos personales que puedan reaccionar con el calor, evitando dejar en el interior del vehículo mecheros, perfumes, espejos o cualquier elemento inflamable, que podrían afectar tanto al interior como al exterior del automóvil.

- Racores, retenes del radiador, condensador e intercooler también deben tenerse en cuenta en verano, ya que si sufren un calor extremo podrían llegar a modificar su comportamiento y su funcionamiento, por lo que deberían sustituirse por otros nuevos.

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