El filtro de gasoil es una parte muy importante del sistema de alimentación de combustible de un motor diésel. Su función principal es filtrar las impurezas y partículas presentes en el combustible, evitando que lleguen a los inyectores y al motor.
Mantener este filtro limpio es fundamental para garantizar un funcionamiento óptimo del motor y evitar gastar de más. El problema es que, con el tiempo, las impurezas se van acumulando en el filtro, reduciendo su eficiencia y afectando el rendimiento del motor. Por eso es tan importante cambiarlo a tiempo. Si está obstruido, notarás los siguientes síntomas:
1. Dificultades para arrancar el motor.
2. Pérdida de potencia.
3. Consumo de combustible elevado.
4. Olor y color anormales de los gases de escape.
5. Motor que se cala al ralentí.
Si observas alguna de estas señales, acude cuanto antes a tu taller de confianza. El motor de tu coche lo agradecerá.
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Fuente: El País.