¿Tu vehículo se ha mantenido parado durante un buen periodo de tiempo y quieres volver a circular con él? Ya sabes que conviene que compruebes antes algunos elementos. Entre ellos, destacan los neumáticos, que pueden haber sufrido consecuencias tras la inactividad.
De hecho, existen algunos detalles importantes relacionados con las cubiertas que te pueden pasar desapercibidos. Goodyear destaca algunos de ellos, que debes tener en cuenta antes de volver a circular. Por supuesto, la presión del aire, la profundidad de la banda de rodadura y el estado general de los neumáticos son los tres aspectos claves que debes vigilar para mantener el vehículo a punto. Eso sí, no son los únicos:
- Parches planos: lo ideal hubiese sido mantener el vehículo elevado durante el largo periodo de inactividad para evitar que los neumáticos hayan soportado peso excesivo. Sin embargo, esta fórmula es poco habitual para la mayoría de los conductores. Además, es un aspecto especialmente crítico en vehículos con cierto sobrepeso como los SUV, híbridos y eléctricos.
Al no usarse el vehículo, tener todo su peso sentado sobre los neumáticos puede hacer que se desarrollen parches planos, también conocidos como ‘flat spot’. Surgen en la banda de rodadura y pueden desequilibrar la rueda, haciendo que vibre la dirección y afectando a la manejabilidad del vehículo. Para evitar este problema, siempre que sea posible, el vehículo debe moverse de sitio alguna vez.
Si los neumáticos han sido cuidados adecuadamente durante su inmovilización prolongada, con esos movimientos de forma regular, esos pequeños parches planos provocados tras unos días parados generalmente desaparecerán después de unos 40 kilómetros de conducción.
- Profundidad de la banda de rodadura: los plazos de la ITV se han suspendido durante el estado de alarma, pero la ley que rige la profundidad legal mínima de la banda de rodadura de 1,6 mm, no. Así que deberás comprobar que los neumáticos de tu vehículo la cumplen. Un neumático que se conduce por debajo de 1,6 mm es ilegal y podría acarrearte una multa de hasta 150 euros por neumático.
- Presión de los neumáticos: incluso cuando tu vehículo está fuera de la carretera, debes prestar especial atención a la presión de los neumáticos. Para mantenerlos siempre en el mejor estado, debes inflarlos regularmente, utilizando como medida la presión máxima recomendada por el fabricante del vehículo. Esta información se puede encontrar en el manual, la puerta o el tapón de llenado de combustible.
Para llevar a cabo estas comprobaciones y ajustarlas en consecuencia, debes usar un medidor de presión preciso, prestando atención a la necesidad de ajustar entre cargas pesadas y ligeras.
Al verificar y ajustar las presiones, también debes asegurarte de que el neumático no tenga deformaciones, grietas u objetos alojados en la banda de rodadura. Si adviertes alguno de ellos, debes recurrir a tu taller de confianza para que lo revise.
- Condiciones atmosféricas: el entorno en el que el automóvil ha estado estacionado también puede influir en el rendimiento de los neumáticos, ya que el compuesto de goma incluso se ve afectado por la climatología y la temperatura.
La superficie sobre la cual está estacionado el vehículo debe ser firme, razonablemente nivelada, bien drenada y limpia. Los neumáticos no deben enfrentarse a temperaturas extremadamente altas o bajas durante un periodo largo. Del mismo modo, no deberían dejarse continuamente expuestos a la luz solar directa o en superficies absorbentes de calor, como el asfalto negro.
Además de todas estas recomendaciones, es aconsejable que acudas a tu taller de confianza para que inspeccionen estos y otros aspectos que puedan afectar al rendimiento del neumático y a la seguridad del vehículo tras este periodo de parada excepcional.
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