Llega el frío de verdad, ¿has revisado los líquidos del coche?

Siempre es importante revisar los líquidos del coche, pero cuando llega el frío lo es más. Por ejemplo, comprobar el nivel de aceite es importante para asegurarnos de que el motor tendrá la lubricación que necesita. Y sustituirlo si ya toca hacerlo es algo que no puedes dejar más.

La razón es que un aceite que ha perdido sus propiedades con el tiempo y/o el uso puede llegar a causar averías si baja mucho la temperatura. El frío lo vuelve más denso por norma general, pero si dejas el aceite usado más tiempo del que debes, esto puede empeorar. Como consecuencia no circulará con la misma eficiencia por el circuito y esto puede provocar problemas costosos de arreglar.

Otro fluido que requiere tu atención en esta época es el refrigerante, que también habrá que cambiar cuando indica el fabricante. La razón es que este líquido evita congelaciones en el motor y, con ellas, averías complicadas. Si el nivel está bajo, tendrás que rellenarlo, igual que ocurre con el aceite.

Si tu coche utiliza AdBlue, ten cuidado: se puede congelar si baja mucho la temperatura. En caso de frío extremo, procura que el vehículo pase la noche a cubierto. Y recuerda que lo mejor es utilizar un líquido lavaparabrisas específico en vez de agua, también para evitar su congelación y una avería en el sistema.

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