Revisiones posvacacionales: qué son y por qué merecen la pena

Las vacaciones de verano ya son solo un recuerdo, pero el coche debe responder a nuevos desafíos. De los grandes viajes solemos pasar a trayectos más cortos, pero más frecuentes. Las condiciones de la conducción cambian y el vehículo debe estar preparado para ello. 

Para comprobar si todo está en ello es recomendable realizar una revisión posvacacional en tu taller de confianza. Tal vez no lo sepas, pero hay algunos elementos del vehículo que sufren especialmente durante el verano. Además, los viajes por carretera suponen un desgaste y sobreesfuerzo para el coche. Se recorren muchos kilómetros y sometemos al vehículo a un importante sobrepeso. Todo ello, en una época con altas temperaturas e incluso con presencia de atascos.

Así, resulta recomendable revisar a fondo los componentes que más sufren en esta época, como son los neumáticos, el sistema de refrigeración, los limpiaparabrisas y los frenos, sin olvidar los niveles de líquidos.

Según señalan desde ECEC, “los neumáticos sufren más en verano debido a que las altas temperaturas los desgastan con mayor facilidad, por lo que se debe revisar el dibujo y la presión de los mismos. También se debe comprobar que el sistema de refrigeración funciona correctamente, ya que un uso excesivo puede alterar su rendimiento. Los limpiaparabrisas son un componente que la mayoría ignora, pero que son fundamentales para la visibilidad, por lo que se recomienda revisar que el estado de la goma es el correcto. Por último, también se debe prestar especial atención al estado de los frenos, ya que las altas temperaturas a las que se exponen las pastillas pueden dar lugar a un desgaste prematuro, así como a los niveles de líquidos, pues estos suelen reducirse tras largos desplazamientos”.

Así que ya sabes: pide cita en tu taller de confianza y lleva tu coche a revisión. Tu seguridad al volante en los próximos meses se lo merece.

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